UNIDAD C: SEÑOR DE LA VIDA.
OBJETIVO: Ayudar a los jóvenes s tener presente la realidad de los enfermos y sentir compasión como Jesús.
1. Conversamos:
· Jesús, al inaugurar su misión, anuncia que va a dedicarse de una manera especial a la gente golpeada por la pobreza, la enfermedad y todo tipo de desgracia. No puede ser de una manera distinta para su Iglesia, sus seguidores.
· Hoy hablemos de los enfermos.
¿Los jóvenes suelen preocuparse de los enfermos?
· ¿Qué tipo de enfermos conoces? ¿A qué se deben tantas enfermedades entre nosotros? ¿Cómo funcionan los servicios de salud?
· ¿Piensas que el joven debe preocuparse por los enfermos? ¿Porqué?
· ¿Qué tipo de enfermos conoces? ¿A qué se deben tantas enfermedades entre nosotros? ¿Cómo funcionan los servicios de salud?
· ¿Piensas que el joven debe preocuparse por los enfermos? ¿Porqué?
2. Consultemos el Nuevo testamento:
a. Leemos y meditamos: MC 1, 40 – 45.
“Se acercó a Jesús un leproso, que se arrodilló ante él y Ie suplicó: «Si quieres, puedes limpiarme». AI instante se Ie quitó la lepra y quedó sano. Entonces Jesús lo despidió, pero le ordenó enérgicamente: «No cuentes esto a nadie, pero vete y preséntate al sacerdote y hay por tu purificación la ofrenda que ordena la Ley de Moisés, pues tú tienes que hacer tu declaración”.
Pero el hombre, en cuanto se fue, empezó a hablar y a divulgar lo ocurrido, de tal manera que Jesús ya no podía entrar públicamente en el pueblo; tenía que andar por las afueras, en lugares solitarios. Pero la gente venía a él de todas partes".
¿Qué siente Jesús frente al enfermo? ¿ Cómo es cuendo uno siente compasión?
¿Qué hace y dice Jesús?
¿Porqué le dice de presentarse a los sacerdotes?
b. Leemos y meditamos: Mc. 5, 25 – 34.
"Había una mujer que padecía un derrame de sangre desde hacia doce arios. Había sufrido mucho en manos de muchos médicos y se había gastado todo lo que tenía, pero en lugar de mejorar, estaba cada vez peor. Como había oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás de la gente y le toco el manto. La mujer pensaba: «Si logro tocar, aunque solo sea su ropa, sanaré». AI momento cesó su hemorragia y sintió en su cuerpo que estaba sana.
Pero Jesús se dio cuenta de que un poder había salido de él, y dándose vuelta en medio del gentío, preguntó: «¿Quién me ha tocado la ropa?». Sus discípulos le contestaron: «Ya ves cómo te oprime toda esta gente ¿y preguntas quien te tocó?». Pero él seguía mirando a su alrededor para ver quién Ie había tocado. Entonces la mujer, que sabía muy bien lo que le había pasado, asustada y temblando, se postró ante él y Ie contó toda la verdad.
Jesús Ie dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda sana de tu enfermedad»".
¿Porqué decide acercarse a Jesús?
¿Porqué Jesús le lleva acontar “toda la verdad”?
¿Qué aprecia Jesús en la enferma?
3. Nos proponemos:
a. Un gesto, 0 una acción grupal de preocupación por los enfermos.
Nos organizamos para esta finalidad.
b. Consultar donde las Ministras extraordinarias de la Eucaristía sobre los enfermos en nuestra comunidad zonal.
¿Porqué Jesús le lleva acontar “toda la verdad”?
¿Qué aprecia Jesús en la enferma?
3. Nos proponemos:
a. Un gesto, 0 una acción grupal de preocupación por los enfermos.
Nos organizamos para esta finalidad.
b. Consultar donde las Ministras extraordinarias de la Eucaristía sobre los enfermos en nuestra comunidad zonal.
4. Oración:
Señor, el sufrimiento me fastidia, me angustia, No comprendo, por que tú lo autorizas.
¿Por qué Señor?
¿Por qué este pequeño inocente que gime desde hace una semana, abrasado atrozmente?
¿Por qué este hombre que lleva tres días agonizando y tres noches llamando a su madre?
¿Por qué esta mujer cancerosa que en un mes ha envejecido mas que en diez arios?
¿Por qué este obrero caído del andamio, muñeco destrozado de apenas veinte arios?
¿Por qué este extranjero, pobre despojo solitario, que no es más que una llaga purulenta?
¿Y esta muchacha enyesada, tendida sobre una tabla desde hace más de treinta años?
¿Por qué, Señor?
Pequeño Mio: no fui yo, tu Dios, quien quiso el dolor, sino los hombres. Ellos lo introdujeron en el mundo al abrir la puerta al pecado, pues el pecado es un desorden y del desorden nace el mal.
A todo pecado - ¡fíjate! - corresponde en algún lugar del mundo y del tiempo un dolor, y cuantos más pecados hay, más sufrimientos.
Pero piensa también que yo he venido y tomé sus penas lo mismo que sus pecados.
Yo las acepté y las sufrí antes que ustedes.
Y las he vuelto del revés como un guante, las he transfigurado. Yo las he convertido en un tesoro.
Ellas son un mal aun, pero un mal que sirve. De sus sufrimientos yo he hecho la redención.
¿Por qué, Señor?
Pequeño Mio: no fui yo, tu Dios, quien quiso el dolor, sino los hombres. Ellos lo introdujeron en el mundo al abrir la puerta al pecado, pues el pecado es un desorden y del desorden nace el mal.
A todo pecado - ¡fíjate! - corresponde en algún lugar del mundo y del tiempo un dolor, y cuantos más pecados hay, más sufrimientos.
Pero piensa también que yo he venido y tomé sus penas lo mismo que sus pecados.
Yo las acepté y las sufrí antes que ustedes.
Y las he vuelto del revés como un guante, las he transfigurado. Yo las he convertido en un tesoro.
Ellas son un mal aun, pero un mal que sirve. De sus sufrimientos yo he hecho la redención.